Las parejas felices hacen cosas específicas que aseguran la satisfacción. Si miramos con detenimiento, nos daremos cuenta de que son cosas bastante simples, pero definitivamente vale la pena hacerlas, y por simples que parezcan, ¡qué pena que son esas mismas cosas que tantas veces olvidamos hacer con nuestra pareja! Así que lean con atención y detenimiento, ya sea para hacer más felices su vida en pareja actual o la futura, ¿vale?
Tómate el tiempo de sentir a tu pareja… ¡y dejar que te sienta! O sea, ¡siéntanse!
Si, ya sabemos que tú y tu pareja comparten una conexión emocional, pero si descuidan la conexión física, esa conexión emocional no va a subsistir solita. La clave está en ¡conectar, conectar, conectar! Esto es especialmente valido en esta época de redes sociales y WhatsApp, donde cada vez pasamos más tiempo tocando nuestros teclados en vez de tocar a nuestra pareja. ¡No me echen cuentos, que la pareja siempre se va a sentir más rica al tacto que un teclado de plástico! Al conectar físicamente, nuestro órgano afectivo y sexual más poderoso (nuestro amadísimo cerebro) segrega oxitocina, la hormona favorita de los psicólogos, la hormona del amor y del apego (apego del bueno, del sano, del que se siente bien, rico, ¡sabroso!).
Después de un tiempo de vivir en pareja, ¿no se sorprenden dándose esos besos de medio segundo antes de despedirse por la mañana o al reencontrarse en la tarde, esos que veían de niños o adolescentes en la tele y juraron que jamás darían a la persona que más aman? Que pasa, pasa, el tema está en atajarse antes de que se vuelva costumbre (y mala costumbre, por cierto) y tomarse tiempo para cada beso, cada abrazo, cada arrumaco… ¡acuérdense de esas primeras citas cuando recién se conocieron! Es más, no se queden con el recuerdo, ¡recréenlas! Las parejas felices se toman su tiempo sintiéndose mutuamente (Hey, esto no solo es romántico, ¡también es muy sensual y erótico!).
¡Dejen que esa oxitocina haga su trabajo!
Dicen que las parejas felices son más felices cuando duermen juntas y desnudas, ¡y el clima de Panamá ayuda! Boten (o regalen, o donen) esos pijamas, y sweaters XXX-Large (en serio, ¿pijamas en Panamá?) y vuelvan a dormir como en las épocas antiguas, que a la oxitocina no le gusta usar mucha ropa. - Izzy
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