jueves, 27 de agosto de 2015

Marte, Venus, el Sexo y la Pornografía



Los hombres y las mujeres experimentan el sexo (en la realidad y en la fantasía) de formas distintas. Se dice que los hombres tendemos a orientarnos visualmente, mientras que las mujeres tienden a interesarse más en una conexión o relación.

Al ver pornografía, típicamente un hombre se excita ante imágenes de actos sexuales concretos o partes sexuales específicas del cuerpo. Las mujeres se excitan típicamente por imágenes sexuales que incluyen o al menos infieren algún tipo de conexión emocional entre los partícipes.

Estas diferencias de género también se notan en los adictos al sexo (sin entrar en debate en cuanto a la validez del término, eso lo dejamos para otro post). En un estudio comparativo se encontró que los adictos al sexo masculinos mostraban mayor interés que sus contrapartes femeninas en actividades que objetificaban a la pareja sexual, mientras que las adictas al sexo femeninas mostraban mayor interés en romance y actividades que creaban la ilusión de una relación.

También hay diferencias entre los géneros en cuanto al significado dado a la excitación sexual fisiológica, según estudios realizados. Los hombres se excitan más al ver categorías de personas con las cuales preferirían tener sexo (por ejemplo, hombres heterosexuales viendo mujeres), mientras que las mujeres pueden excitarse con una gama más amplia de imágenes. Esto sugiere que en la excitación sexual fisiológica, hay más en juego para las mujeres que tan solo partes sexuales del cuerpo.

Espero que este post les haya parecido interesante y les ayude a comprender un poco mejor la perspectiva del sexo contrario sobre cómo se vive el sexo, las fantasías y la pornografía; e incluso a conocer mejor nuestra propia sexualidad. - Izzy

Fragmentos extraidos de "Men, Women, and Sexual Objectification", por Robert Weiss.

jueves, 20 de agosto de 2015

Factores históricos como predictores de relaciones estables, satisfactorias y sexuales.



Reclamar nuestra sexualidad no es fácil, pero hacernos responsable de ella es una parte vital para todos aquellos que desean vivir una sexualidad sana, y por ende, gozar de relaciones más saludables. Yo creo que la vida sexual tiene que ser kinky, muy kinky (*), pero he descubierto que por más kinky que sea, si no está integrada dentro de una sexualidad sana y una relación sana, te quedas a medias, y te hace ruido, ¡MUCHO ruido!

El Dr. Barry W. McCarthy comenta que una relación saludable es satisfactoria, estable y sexual. Existen muchos factores que predicen una relación saludable. El cita una lista de 20 factores, pero en este post quería compartir solamente 3 de ellos,  los denominados “factores históricos”.

Factores históricos:

- Crecer en una familia intacta y funcional;

- Los padres fueron modelos maritales y sexuales buenos (¡no perfectos!);

- Ambos padres funcionaban bien a nivel psicológico.

¡Esto es un tema TAN IMPORTANTE! Nuestra vida sexual comienza desde una edad muy temprana y nuestros padres son nuestros primeros roles de conducta y modelos a seguir e internalizar. Es más, en esto de ser un modelo sexual no hay que ser ni experto ni perfecto, solamente hay que ser lo suficientemente bueno para evitar que un niño crezca con una idea distorsionada (y negativa) sobre la sexualidad en general, sobre su sexualidad y sobre su propio cuerpo.

¿Y qué implican estos factores? Los factores históricos están más allá de nuestro control y no pueden cambiarse (porque están en el pasado), pero el conocimiento de los mismos incrementa nuestra conciencia y esto es lo que nos permite modificar nuestros pensamientos y conductas distorsionadas en el presente y cambiarlos por pensamientos y conducta más saludables.

Como dice el Dr. Barry W. McCarthy, el enfoque de evaluar estos factores en uno mismo, en la pareja y en la relación es empoderarnos para así crear una relación satisfactoria, estable y sexual. Cuando no podemos ser claros y transparentes acerca de nuestros factores históricos, hay algo ahí que está haciendo ruido, y por más que nos revuelva pensar en ello, es necesario hacerlo, ¡es nuestro instinto de supervivencia, aliado a nuestras fortalezas internas, que nos piden que actuemos positivamente!

Podemos no haber crecido en familias funcionales o no haber tenido modelos de relación y sexualidad saludables (o siquiera existentes), pero todos tenemos los recursos propios para trabajar en ello y crear nuestra propia sexualidad sana (y por ende, un modelo de relación más sano).

Reclamar nuestros factores históricos y aceptarlos es el primer paso, ¡pero qué camino más hermoso es el que nos lleva a una vida emocional, relacional y sexual más sana, más satisfactoria y más real! - Izzy

(*) O al menos, que todos tenemos derecho de ser todo lo kinky que podamos ser, siempre dentro de los límites de lo consensual y lo seguro, por supuesto.

Fragmentos extraídos de “What Makes a Happy, Successful Marriage?”, por Barry W. McCarthy.

jueves, 13 de agosto de 2015

El erotismo y sexualidad saludable.



Para muchas parejas, conciliar el erotismo con una sexualidad saludable no es un tema nada fácil, ¡y es que crecemos con muchas distorsiones, exigencias, creencias, demandas, expectativas y tabúes impuestos por la sociedad, la religión y nuestras propias familias de origen! ¡Desprenderse de todo esto sin culpas ni vergüenzas es todo un proceso de aprendizaje para muchos!

Lo importante aquí es re-aprender los conceptos básicos, que o hemos aprendido mal desde el principio o los aprendimos más o menos bien y se nos fueron distorsionando por el camino...  

Alexandra Katehakis - terapeuta matrimonial y familiar, terapeuta en adicciones sexuales certificada, terapeuta sexual certificada y fundadora y directora clínica de “Center for Healthy Sex” (Centro para el Sexo Saludable) en Los Ángeles, California - sabe mucho de esto.

Ella define el erotismo como:

“Una energía conectiva, fundamental, que puede satisfacer nuestros deseos más preciados.  El sexo relacional es más que un símbolo de qué tan bien jugamos con otros, literalmente indica cómo nos relacionamos. Muchos de nosotros carecemos de una educación sexual adecuada y nos desarrollamos sexualmente a oscuras. Al explorar nuestros valores eróticos juntos, transportamos esta energía carnal, personal y poderosa hacia la luz.”

En cuanto al sexo saludable se refiere, indica lo siguiente:

“El sexo saludable es sexo consensual entre adultos, que conlleva placer y crecimiento personal. Todo el mundo tiene derecho a experimentar sexo saludable libre de trauma, abuso, violencia, crimen, mentiras, secretos, juicios, vergüenza, culpa y arrepentimientos. La rehabilitación sexual comienza deteniendo el comportamiento problemático y conduce a una vida significativa de intimidad sexual y emocional a lo largo del tiempo.”

Todo esto me trae a la mente una frase de Melody Beattie, autora del libro “Ya no seas codependiente”:

“Definir el problema es importante porque ayuda a determinar la solución.”

Al definir un concepto o modelo sano de erotismo y sexo, al mismo tiempo definimos su contraparte distorsionada, no saludable, insana, tóxica, como quieras llamarla. Es aquí donde entonces nos podemos preguntar de qué lado (el saludable o el no saludable) del erotismo y la sexualidad estamos, y más importante aún, en qué lado queremos estar.  Una vez definido nuestro problema, podemos empezar nuestra búsqueda de la solución. - Izzy

Fragmentos extraidos de “The 2012 Best/Worst Sex List”, por Alexandra Katehakis.

jueves, 6 de agosto de 2015

¿Qué tan “GGG” eres?


Dan Savage y sus lectores a menudo usan la abreviatura “GGG”, que representa “Good, Giving and Game”, y describe personas que sin necesariamente ser “kinky” están dispuestas a intentar algo nuevo en la cama para mantener felices a sus parejas. Podría hacerles una traducción literal, pero esta perdería todo el sentido de la abreviatura en si, por lo que les cito la palabra original en inglés y su “significado” según Dan Savage:

- Good: Según lo cual, uno debería esforzarse por ser bueno en la cama. No estoy completamente en desacuerdo, pero si considero que “ser bueno en la cama” es un concepto MUY subjetivo, y creo que los altos y a veces inalcanzables estándares que muchos (hombres y mujeres) nos hemos puesto le restan mucha espontaneidad y diversión al sexo. Quizás debería contar más qué tanto te esfuerzas que qué tan “bueno” te consideran (o te consideras). ¿No creen?

- Giving: Se refiere a dar igual tiempo y placer, una formula matemática perfecta. Tomate el mismo tiempo que te tomaste para recibir placer de tu pareja en brindárselo a ella. Si uno llegó al clímax antes que el otro, está bien tomarse un descanso, pero no te olvides que tu pareja también está esperando su momento de placer (o recuérdale que estás esperando el tuyo, si es el caso contrario).

- Game: Significa ir dispuesto a todo, dentro de los límites razonables. Retornando un poco sobre el post anterior, significa darse el permiso de perseguir sus fetiches y fantasías (los de cada uno y los que tengan en común como pareja), siempre y cuando estos sean legales, consensuales, seguros y respetuosos. Como siempre, la experimentación sexual se alienta, el descuido no.

Yo espero que esto les resulte una herramienta útil para conocer mejor su sexualidad en pareja e individual. ¿Qué tan “GGG” hemos sido (o no) en el pasado? ¿Y ahora? ¿Qué podemos hacer para mejorar y ser más “GGG” cada día para que nosotros y nuestra pareja disfrutemos de una vida sexual más plena y saludable? ¡Se los dejo de tarea! - Izzy